Adaptación: Jesús Pino
Dirección: Claudia Flores
Asistente dirección: Amado Jiménez
Producción General: PAVOR HISPANO
Elenco:
Teresa Enríquez………..…………. Gloria Pino
Diego Sánchez de Badajoz……. Amado Jiménez
Alonso Covarrubias……………… Pepe Pino
Pastor………………………………….. Jesús Pino
Albedrío………………………………. César Pacheco
Cuerpo………………………………… Pepe Pino
Alma……………………………………. Claudia Flores
Sensualidad…………………………. Rosa Arenas
Entendimiento…………………….. Juan Carlos García
Razón………………………………….. Gloria Pino
Escenografía: Pepe Pino – Guillermo Montenegro
Vestuario: María Esther Creaciones
Fotografía: Juan Carlos García Corrochano
Iluminación: Pavor Hispano
Con la colaboración de Alfredo Alonso
Es un atardecer de un día de junio de 1518, el sol expande su oro suave sobre las piedras occidentales de la recién terminada Colegiata del Santísimo Sacramento de Torrijos. Un grupo de cómicos ha llegado a la villa y se entusiasma ante la nueva construcción. Los comanda Diego Sánchez de Badajoz, un clérigo teatrero de Extremadura, amigo del arquitecto torrijeño Alonso de Covarrubias, y se disponen, con el permiso de Doña Teresa Enríquez, “alma mater” del proyecto, a participar con su representación en las fiestas de inauguración del nuevo monumento. Están convencidos de que el arte en general, y el teatro en particular, pueden ayudar a contrarrestar las nefastas ideas que el protestantismo está empezando a propagar por toda la Europa cristiana. Hablarán sobre el libre albedrío, sobre las tensiones a las que está expuesto, y sobre la responsabilidad de cada uno de nosotros, en definitiva, en nuestra salvación o en nuestra condena.
“La puerta de poniente” es una adaptación de un auto sacramental de Diego Sánchez de Badajoz, un escritor de teatro extremeño del siglo XVI de gran originalidad que pasó durante varios siglos desapercibido para el mundo de la literatura. Es teatro muy simple, casi doctrinal, en el que se exponen grandes conceptos de la teología, en este caso con ciertos toques de humor, donde el mensaje es más importante que la escenografía. Veremos, y esa es nuestra intención, una obra que pudo ver, por la coincidencia en los tiempos, la mismísima Doña Teresa Enríquez, “La loca del Sacramento”, la impulsora de esta extraordinaria maravilla, la Colegiata de Torrijos, cuyo quinto centenario estamos conmemorando